"El sin sentido de las medidas cuánticas débiles" por Francisco R. Villatoro

Hace tiempo tuve un jefe en el trabajo que le gustaba dar reuniones de "coordinación", cuando aún los efectos del primer café no habían aparecido, en nuestro agotado cuerpo, nada más y nada menos que a las 8 de la mañana, cada día. Su voz, para mi al menos, (luego supe que era una impresión cuasi unánime) era sedosa, hipnotizadora, modulada y no sé si por alguna causa médica residente en la profundidad de sus cuerdas vocales, emergía de su boca, con una tranquilidad y una solemnidad hueca, tranquila, como la de un sonido apagado desde el fondo de una tranquila caverna. Un día, sin que nadie lo supiera, tuve la idea de grabar una de dichas reuniones y desde entonces dejé de tener problemas, para conciliar el sueño por las noches, ya que era poner aquella pequeña grabadora y como por arte de magia yo no tardaba ni tres minutos en caer en el más profundo de los sueños, venciendo con este improvisado invento, mi innato nerviosismo de siempre para dormirme. Estuve sopesando seriamente incluso la posibilidad de comercializar el producto, por supuesto, con el consabido anuncio de: "Sin contraindicaciones", pero como soy honesto, hubiera hecho partícipe a mi jefe con sus respectivos derechos de autor, sólo que a ver quien tenía el valor de explicarle este negocio?.

Y así he sido desde siempre, que para dormir necesito que me cuenten un cuentesito, o una charla muy aburrida. El caso es que últimamente, o sea en los últimos dos años, hice un nuevo descubrimiento. Una tarde echado en mi sofá del pueblo, viendo a una "vidente", el sonidito que hacía con las cartas del tarot, me dejó frito total, con una entrañable y recordada siesta de órdago, con pijama incluido por supuesto jajaja. Uno de esos días en que la puse de nuevo, en busca del pasaporte directo para una siesta profunda, me desperté de inmediato, ya que para mi asombro, estaba hablando de "física cuántica", nada más y nada menos, de "energías positivas y negativas" y entonces, queriendo aprender, al final me dije, horrooor, ya hasta los profanos, disertan en las televisiones, con el único propósito de vender su producto, aplicándole un barniz seudocientífico, sin pudor alguno y por si fuera poco hasta con faltas de ortografía tan graves que hasta mis profesores de ciencias, más pasotas con la ortografía, resucitarían de espanto. De todo esto me acordé, al leer el blog de Francisco R. Villatoro, en el artículo que podéis leer, pinchando arriba en el título, donde pone entre otras cosas lo siguiente:

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..."Las medidas cuánticas débiles están de moda y permiten publicar artículos en las revistas científicas más prestigiosas. Por un lado, introducen gran número de nuevas “paradojas” cuánticas, muy atractivas para los profanos y para todos los medios. Y por otro lado, permiten “medir” la función de onda cuántica, la posición de un fotón, por qué rendija pasa una partícula en el experimento de doble rendija, la propagación superlumínica en el vacío, energías cinéticas negativas y muchas otras cosas que están prohibidas por las leyes de la física cuántica. Las medidas débiles permiten violar todos los teoremas de la mecánica cuántica, incluido el principio de indeterminación de Heisenberg"...
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Sin más preámbulos, os dejo con Francisco R. Villatoro, pinchando arriba en el título. Un saludo. Carlos Molina